Dos imprescindibles de la Chick-lit

¿A quién le amarga un dulce? 

La chick-lit es quizá uno de esos géneros que sin duda te ayuda a levantar el ánimo. Sus ingredientes son simples, humor, altas dosis de tensión sexual, amor y un HEA (fueron felices y comieron perdices). ¿Preparada para darte un capricho? ;)

Podríamos empezar y no parar con los libros de Susan Elizabeth Phillips, aka SEP, toda una institución en este género. Pero como siempre nos quedamos con lo que realmente nos ha causado una impresión y recomendaríamos sin duda. Es el caso de Besar a un Ángel, en el que dos polos opuestos son obligados a casarse. ¿Matrimonio de conveniencia en estos tiempos? Bueno... el por qué y el cómo son algo más complicado de lo que parece y el descubrirlo os lo dejo a vosotros. Lo que si os puedo asegurar es que disfrutaréis con el proceso de ver cómo una caprichosa, pero dulce, Daisy y un taciturno, pero apuesto, Alex se enamoran. ¿Y qué mejor escenario para que esto ocurra que un circo? Si, si, un circo, con animales, payasos y todo lo que haga falta, además de unos personajes secundarios que te enamorarán. ¿No me negaréis que es de lo más original? Si lo acompañamos de una buena dosis de humor que nos ofrecen muchos de los momentos que comparten los dos protagonistas, ¡ya tenemos la lectura perfecta para este verano!

Nos pasamos al mundo del deporte con la siguiente recomendación, Jane juega y gana de Rachel Gibson. ¿Qué sabéis del mundo del hockey? Pues os aseguro que después de leer este libro no sólo seréis una expertas sino que además querréis ir como locas a buscaros un guapo jugador como Luc Martineau. Pero centrémonos en nuestra heroína, Jane, y su doble vida. No, no es ninguna especie de agente secreto, Jane es periodista deportiva durante el día y... escritora de erótica por la noche, algo que mantiene en secreto. A pesar de su más que existoso hobby, Jane está descontenta con su vida y especialmente con los hombres. Su vida da un giro cuando su trabajo le exige cubrir la gira del equipo de hockey Chinooks de Seattle y conoce a un anti-periodistas Luc, que además es el portero del equipo. Algo superficial y borde a primera vista, Luc intentará ponerle las cosas muy difíciles a la periodista, además de luchar contra la increíble atracción que siente por una Jane que considera desmasiado "normalita" para sus gustos como hombre. Mucha tensión sexual, momentos desternillantes, supersticiones y sobre todo la lección de que las primeras impresiones y los prejuicios muchas veces engañan. 

(Jane juega y gana es parte de una saga titulada Chinooks Hockey Team pero puede leerse como stand-alone)