Delicias Literarias #5 Red Velvet Heart Whoopies

Ya os dije en otra entrega de esta sección que me transformo en un adorable (según para quien) elfito
navideño. Desgraciadamente me pasa todo lo contrario con otras fiestas, como es por ejemplo la que me toca representar hoy, San Valentín, o lo que es lo mismo, mientras todos los demás están felices y enamoradísimos yo estoy en mi casa. Eso sí, no estoy sola, estoy con todos esos Book Boyfriends que todas adoramos, y mientras los leo suspiro corazoncitos de tonalidades rosas y rojas.

En los libros que hemos leído hasta ahora seguro que hay algún pasaje que se de en San Valentín que incluyera algún postre que recrear, pero me parecía injusto elegir para estas fechas alguna delicia inspirada en solo uno de esos maromos que nos pones cardíacas, así que he decidido hacer una entrada general, en la que recordarlos a todos, simplemente porque se lo merecen. Así que si ese día ya voy a suspirar corazones que mejor que convertirlos en algo tangible para ellos.

Aviso: Esta ocasión la cosa no ha salido todo lo bien que cabría esperar, y aunque  al final ha podido salvarse creo que es de justicia deciros que no debería haber salido así.

Ingredientes:

• 240 gramos de harina
• 120 gramos de mantequilla
• 180 gramos de azúcar moreno
• 240 ml de buttermilk
• 1 huevo
• 2 cucharadas de cacao (puro, ni colacao, ni preparado para chocolate)
• 1/2 cucharadita de levadura
• 1/4 cucharadita de sal
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 2 cucharadas de colorante rojo

Ingredientes para la crema

• 225 gramos de queso crema
• 75 gramos de mantequilla
• 100 gramos de azúcar glass
• 1 cucharadita de extracto de vainilla

Para hacer la buttermilk, en un recipiente ponemos 240 ml de leche (a poder ser entera) y una cucharada de zumo de limón y lo dejamos reposar unos 5 minutos. Veréis que la leche se corta, pero no os asustéis, es lo que estamos buscando.

En un papel de horno, con un molde de corazón, dibujamos corazones. Le damos la vuelta y lo ponemos en una bandeja de horno, de modo que el dibujo quede de lado de la bandeja, no de lo que pongamos en la bandeja.

En un bol mezclamos los ingredientes secos tamizados, harina, sal, levadura y cacao.

Batimos la mantequilla a temperatura ambiente hasta que nos quede cremosa y un poco mas pálida. Añadimos el azúcar moreno y lo mezclamos hasta que quede incorporado a la mantequilla. A continuación añadimos el huevo y el extracto de vainilla, y volvemos a mezclar hasta que quede homogéneo. Es el turno del colorante, yo use colorante extra rojo de sugar flair , podéis usar cualquier colorante para esta receta, incluso líquido, pero tened en cuenta que el líquido es menos potente y necesitaréis mas cantidad. También tenéis que tener en cuenta, que al hornear el color pierde intensidad. La mezcla de la harina la añadimos en tres veces, intercalándola con la buttermilk, la secuencia sería harina-buttermilk-harina-buttermilk-harina, batiéndolo todo después de cada paso.

Lo metemos en una manga pastelera y con ella rellenamos los corazones que habíamos dibujado en el papel de horno. 

Metemos la bandeja en el horno que tenemos precalentado a 180ºC y los dejamos entre 7 y 9 minutos, dependiendo de cada horno.

Aquí es donde tuve los problemas. La imagen de la izquierda es pre horneado, y deberían haber conservado la forma, pero como vemos en la segunda imagen, después de hornearlos nos han quedado un poco amorfos, ni corazón ni círculos ni nada, es simplemente una cosa amorfa. Aún no he dado con el error que cometí en la receta, pero intuyo que es un problema de consistencia, y que la mezcla quedo muy liquida, probablemente no debería haber añadido toda la buttermilk.

Pero que no cunda el pánico, que con el mismo molde que utilizamos para dibujar los corazones recortamos los bizcochitos y le damos forma.

Para la crema de queso os he dado una receta básica, pero he de deciros que me sobró, así que probablemente con la mitad tengáis suficiente.

En el bol de la batidora ponemos la mantequilla a temperatura ambiente y la batimos hasta que quede cremosa, añadimos el azúcar glass tamizado poco a poco hasta que quede incorporado. Al principio cogerá una textura parecida a piedras, seguir batiendo hasta que vuelva a quedar cremosa. Mientras seguimos batiendo y añadimos el extracto de vainilla. Y por último añadimos el queso crema frio.

Importante: A partir de este momento batir justo lo necesario para que se integren los ingredientes, si sobrebatimos la mezcla nos quedara líquida.

Untamos uno de los bizcochitos con la crema y le ponemos otro bizcochito a modo de tapa.

Cogemos un poco de crema que nos sobre y le añadimos leche cucharadita a cucharadita hasta que nos quede una mezcla que caiga. Lo ponemos en una manga o en una bolsa de congelar y le hacemos un pequeño agujero y decoramos los whoopies con la mezcla.

¿Qué os ha parecido? ¿Qué le haríais vosotras a el hombre de vuestros "wet dreams" en un día como este?

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