Requiem (Delirium #3) de Lauren Oliver, ¡se acabaron las fronteras!

Tercer y último libro de la Trilogia Delirium de Lauren Oliver, Requiem con la que he disfrutado muchísimo pero que ha llegado a su fin. Este último libro me ha provocado sentimientos encontrados y aunque no me arrepiento de haber leído esta historia, si es verdad que esperaba mucho más. A continuación os traigo la reseña de este YA distopico, con triángulo amoroso incluido, y la valoración general de la trilogía de Lauren Oliver (si todavía no has leído los primeros libros puedes consultar sus reseñas aquí: Delirium (#1) y Pandemonium (#2).) 

"Queríamos la libertada para amar.
Queríamos la libertad para decidir.
Ahora tenemos que luchar por ello."

En Pandemonium (#2) nos quedábamos con la boca abierta con un cliffhanger de esos potentes. Y es que después del duro secuestro que viven Julian y Lena, y de que ésta lo rescate de una muerte segura con la ayuda de la Resistencia, el primer amor supuestamente muerto de Lena aparece en uno de los campamentos de las Tierras Salvajes. En Requiem (#3) descubrimos que Alex ha escapado después de permanecer meses encerrado en las Criptas de Portland, y está claro que esos meses le han cambiado para siempre, igual que los meses en las Tierras Salvajes y en la Resistencia han cambiado a Lena. Para empezar, se ha vuelto a enamorar, ya que Julian forma ahora parte de los inválidos, y de la vida de Lena. Así que si, tenemos un triángulo amoroso bastante importante entre manos. Pero si los amoríos de nuestra protagonista no fuesen ya bastante, la revolución de los detractores de la cura contra la enfermedad del amor son cada vez más evidentes y toman más fuerza. Los incidentes y los ataques a las ciudades son cada vez más recurrentes y la Resistencia va cogiendo cada vez más poder, tanto que los curados ya no pueden ignorar su existencia. Esto hace que la guerra entre los diferentes bandos sea casi inminente y ni los unos ni los otros puedan desvincularse de ella, ahora solo les queda luchar por su libertad.

"No puedes amar, no completamente, a menos que seas
correspondido."

Lo interesante de este libro es que cuenta con puntos de vista alternados de dos personajes, y que cambian con cada capítulo. Por supuesto tenemos la historia que narra Lena desde las Tierras Salvajes, pero también tenemos la visión de lo que pasa al otro lado, gracias a la que fue su mejor amiga, Hana. De las penurias de los inválidos, pasamos al lujo y la comodidad de los curados en la que Hana se dispone a casarse con el que será el alcalde de la ciudad. Pero las apariencias engañan, ya que detrás de la perfecta imagen de niña rica con un futuro perfecto se encuentran las inseguridades y la falta de confianza que deberían haber desaparecido con la cura. Enseguida vemos que la vida de Hana no es lo que esperaba y su lucha interior hará que lo que creía haber enterrado para siempre, vuelva a resurgir.


¿Qué me ha parecido? 

No os voy a decir que después de leer el final de la trilogía me he quedado a gusto, porque os estaría mintiendo. Tampoco os voy a decir que la he odiado, porque sería otra mentira. Pero si es verdad que me ha quedado un sabor muy amargo respecto a un final que me ha parecido de lo más precipitado y excesivamente abierto. No quiero ponerme tiquismiquis, y por eso creo que un epílogo habría sido lo mínimo que nos podía haber ofrecido la autora, porque cuando digo final abierto, me refiero a que no tengo ni idea de lo que le pasa a los personajes (ni al mundo en general) una vez terminado el libro. No estoy en contra de cierta ambigüedad, pero esto me ha parecido una tomadura de pelo, y creo que la autora ha tirado en cierta forma por la borda una gran historia con este último libro. Creo que quedaba más por contar y que podría haberle dado un final merecido con tan solo 20 páginas más.
Puedo decir que además de la historia en si, este libro cuenta con uno de los triángulos amorosos mejor planteados pero más desaprovechados que he podido leer, es una verdadera pena. Es la primera vez que me he visto con problemas para decidir sobre quién debería elegir la protagonista, tanto que he sufrido muchísimo por los dos aspirantes, Alex y Julian. Una vez más, la autora deja esta decisión sin ser tomada por completo.
Como siempre da gusto poder disfrutar de la pluma de Lauren Oliver, que nos deja grandes citas, y de su maestría al usar el Dual POV con Hana y Lena, y por ello me da aún más pena decir que esta trilogía no ha llegado a la perfección para mi. 

Finales abiertos que decepcionan.

Este último libro ha provocado mucha controversia entre los seguidores de la saga ¿qué opináis vosotros?