Flores en la Tormenta de Laura Kinsale, un romance histórico único y diferente

Se ve que Gema y yo (BlackMagicRose) le hemos cogido gustillo al romance histórico y a una de sus autoras, Laura Kinsale. Las dos hemos disfrutado de este género en muchas ocasiones pero hasta hace unos meses no tuvimos la suerte de conocer a esta gran autora. Ya os hablamos de dos de sus anteriores libros, El Corazón Escondido y Sombra y Estrella, y de lo mucho que los disfrutamos. Por eso no podíamos esperar más para leer este stand-alone del que tan bien nos habían hablado nuestra amigas Haggards de A la cama con... un libro. Flores en la Tormenta es un libro diferente, que a pesar de estar ambientado en la Regencia y que cuenta con muchos de las características comunes de un romance histórico, también trata temas y situaciones que lo hacen único y memorable. Si todavía no os hemos convencido para darle una oportunidad, seguid leyendo para descubrir lo que os estáis perdiendo.  

¿DE QUÉ TRATA?

Christian Langland, duque de Jervaux, es un conocido libertino poseedor de una mente brillante, y un don para las matemáticas, que prefiere malgastar su existencia llevando una vida licenciosa.

Maddy Tims, es una solterona cuáquera (una secta protestante cristiana) cuyo padre, un matemático ciego, colabora con el duque en sus investigaciones. Debido a la ceguera de su padre, Maddy es la encargada de copiar y entregar los documentos de éste. Aún así, el duque jamás se ha dignado a recibirla.

Finalmente, se conocen la noche en que los dos hombres presentan sus descubrimientos en la Sociedad Analítica. Después, durante la cena, el duque deja una profunda huella en Maddy.

A la mañana siguiente, cuando Maddy va a entregar una carta de agradecimiento se encuentra con que el duque ha resultado muerto en un duelo. Hecho que le afecta más de lo que hubiera esperado.

En realidad Jervaulx tras sufrir un ataque durante un duelo con un marido desairado, ha sido internado en un asilo para dementes que casualmente está dirigido por un primo de Maddy. Y es allí donde los caminos de ambos vuelven a cruzarse.

El duque está considerado como un paciente violento aquejado de demencia. A partir de ese momento, Maddy se vuelca con él y decide ayudarle a recuperar su vida. No obstante, surge un nuevo escollo cuando los codiciosos cuñados del duque, apoyados por la madre y hermanas de éste, intentan declararle legalmente loco para hacerse con el manejo de la fortuna familiar.

Esta sinopsis nos ha parecido perfecta para meteros en situación y saber lo que podéis esperar con este libro, sin desvelaros demasiado. La historia está narrada en tercera persona mayormente desde los puntos de vista de los dos protagonistas, Christian y Maddy. Se trata de un libro autoconclusivo y que además cuenta con un pequeño epílogo al final. Hay un par de cosas que nos gustaría añadir, y es que el principio del libro puede resultar algo caótico y chocante, ya que debido al ataque que sufre Christian, sus capacidades se verán afectadas (entre ellas el habla y la comprensión, lo que hará la lectura algo confusa en ciertos momentos). También debemos saber que en este libro se trata bastante el tema de la religión Cuáquera. Si queréis podéis informaros un poco aquí sobre ella, pero en realidad en el libro se explica todo bastante bien y podemos entender en qué se basa sin problemas a través de Maddy. 

¿QUÉ NOS HA PARECIDO?

Como os hemos dicho, éste es el tercer libro que leemos de Laura Kinsale y en cierta forma sabíamos lo que podíamos esperar de esta lectura. Yo soy muy de tirarme a la piscina sin flotador, así que sin saber de qué trataba el libro, solamente fiándome de la recomendación de nuestras amigas, decidí leerlo. No tarde mucho en darme cuenta de que se trataba de un libro diferente a cualquier otro de romance histórico que había leído. Y a pesar de que el principio de la historia me chocó un poco, este hecho sólo consiguió que me pareciese aún más atractiva. A Gema y a mi nos gustan mucho los retos y cuanto más complicada se ponga la cosa más nos gusta jajaja En fin, que me ha gustado cada momento de este libro, desde el comienzo algo caótico y la situación de Christian en el asilo hasta su mejora tanto en sus sentimientos como en su capacidad de comunicación. Kinsale consigue transmitir todo esto de una forma brillante, haciendo que sientas la frustración, desesperación y confusión de Christian en cada momento.

Maddy es también una heroína única y especial. Para mi la religión Cuáquera era algo totalmente desconocido hasta ahora, pero gracias a este personaje he podido entender cada una de las fases por las que pasa durante el desarrollo de la historia.

En definitiva, me ha parecido una de esas historias que no se olvidan tanto por su singularidad como por la historia de amor e impecable narración de Kinsale.
¡Y que no se me olvide! Tiene un epílogo de cuquismo y perfección absoluta *.*

"Tengo miedo," susurró ella. "Tengo miedo de lo que puedas hacerle a mi alma
y a mi corazón."
"Tu corazón... es valioso para mi."dijo suavemente.

Cuando nos recomendaron a esta autora decidimos que el último libro que leeríamos sería este, y fue un gran acierto. Aunque las otras obras suyas que hemos leído y reseñado las he disfrutado mucho, siento que si hubiera leído Flores en la tormenta antes que las otras dos se me habrían quedado cortas. Así de buena es para mí esta historia. 

Para no variar, yo tampoco sabía absolutamente nada de la historia que iba a leer, y es en ocasiones como esta, en las que me encuentra con historias diferentes, cuando mas me alegro de seguir esta loca filosofía de no leer las sinopsis.
¿Y qué me encontré de especial en ella? Pues lo que pido para que una historia me parezca excepcional, una trama interesante, que me mantenga atrapada, y sobre todo sentir lo que sienten los personajes. Y vaya si lo consigue, todos y cada uno de los requisitos. Sentí la frustración de Christian ante las cosas que le rodea y no consigue entender hasta hacerla mía (cosa que consigue magistralmente con su particular vocabulario). También la confusión de Maddy ante la contradicción sobre lo que le dicta su moralidad y lo que le dicta su corazón. Estas emociones mal llevadas pueden llevar a restarle credibilidad a la historia, pero Kinsale lo evita creando un amor poco a poco, desde el principio ves la chispa entre ellos, pero su relación tiene una evolución que pasa por fases muy diferentes.
Es una historia de esas que cuestan terminar, que después de devorarla (565 páginas en dos días), cuando ves que se va acercando el final empiezas a remolonear porque no quieres acabarla y tener que decirle adiós a esos personajes, y que cuando al final llega el inevitable fin sientes que te has dejado un poco de ti por el camino.

Para terminar os dejamos un par de portadas, entre ellas una de versión vintage que tanto les gusta a nuestras Haggards queridas. ¿Con cuál os quedáis vosotras?

¡Tenéis que leerlo!