Sola: Carta a mi secuestrador de Lucy Christopher, el lado más oscuro del YA

Cuál fue mi sorpresa el otro día cuando revisando mis estanterías de Goodreads se me ocurrió echar un vistazo a este libro que leí hace más de dos años y ver que tenía traducción, ¡qué despiste! Y yo hasta ahora sin darme cuenta y sin dedicarle una entrada en condiciones. Pero bueno, más vale tarde que nunca y aquí estoy para hablaros de este standalone titulado Sola: Carta a mi secuestrador y escrito por Lucy Christopher. Quiero hablaros de este libro con cierta cautela, ya que no os quiero espantar, me gustaría mucho que le dieseis una oportunidad porque se trata de un libro único, escrito de una forma diferente y que trata un tema bastante escabroso y poco común en el mundo YA: el síndrome de Estocolmo. Efectivamente esta es una historia de dos personas unidas por un secuestro. Pero detrás de eso hay mucho... mucho más.

Créditos imagen: Simona's Blog

SINOPSIS

Un extraño de ojos azules observa a Gema desde la esquina de un café en el aeropuerto de Bangkok. Ella aún no lo sabe, pero Ty es un joven perturbado que la ha seguido durante años y que piensa llevarla a vivir con él al desierto australiano. Gema de pronto se encuentra cautiva en un territorio desolado e inhóspito del que parece no haber escapatoria. ¿Cómo alejarse de Ty, sabiendo que su vida está en sus manos? ¿Cómo traicionarlo si una súbita y profunda atracción ha empezado a atarla a él?

Además de por su temática, esta historia está narrada en forma de carta en la que Gemma se dirige a su secuestrador, Ty, en pasado. Aunque al principio puede chocar, no tardas en acostumbrarte y ayuda bastante a empatizar con la protagonista.

Sola es uno de esos libros que te deja en shock y hace que no puedas dejar de pensar en él bastante tiempo después de haberlo leído. Y mientras lo haces quieres sentir desesperadamente algo pero te das cuenta de que estás como entumecida... después de sentirte completamente abrumada por todos los sentimientos que te ha producido mientras lo leías. Porque el libro tiene que acabarse en algún momento, y tú te sientes impotente ante ello.

Una protagonista y narradora 10

Créditos imagen: Deviant Art
"Y seamos sinceros, tú me robaste.
Pero también me salvaste la vida. Y
mientras tanto me enseñaste un lugar
diferente y precioso, que no puedo
olvidar. Y a ti tampoco te puedo olvidar.
Estás atascado en mi cabeza como mis
propios vasos sanguíneos."

Yo soy Gemma. Y cuando digo que "soy Gemma" es porque durante todo el libro he sentido lo que ella sentía, he pensado como ella pensaba y he pasado por las diferentes etapas de su secuestro:  negación, ira, engaño, venganza, aceptación, compasión... Es muy difícil empatizar con un personaje de una forma tan profunda, pero yo lo hice, porque Gemma es increíblemente real, y bueno, la narración en forma de carta hizo el resto ya que además te hace sentir por completo su reclusión en medio del desierto australiano. Completamente claustrofóbico. Mientras lees sientes, al mismo tiempo que la heroína, que no tienes el control de lo que está pasando ni de lo que va a pasar, todo el misterio que transmite la narración desde su punto de vista hace que te frustres y te desesperes. Pero Gemma es también una eterna luchadora, nunca abandona... y al mismo tiempo, en medio de toda esta situación caótica, también es capaz de ver más allá. Algunos lo llamarán síndrome de Estocolmo, y otros simplemente pensaran en lo complejos que somos los seres humanos :)

En definitiva Gemma es, si no lo mejor, una de las mejores cosas de este libro. 

El secuestrador, ¿un monstruo o un incomprendido?

Créditos imagen: Goodreads
"Y es difícil odiar a alguien una vez le comprendes."

Después tenemos a Ty. Es difícil expresar lo que siento por este personaje sin contaros demasiado sobre la historia y su final. Pero si puedo deciros que había un sentimiento presente mientras leía. Realmente sentía que estaba cometiendo un crimen, igual que pensaba Gemma, al permitirme sentir algo por Ty que no fuese odio. Así de duro fue leer este libro, porque se supone que debía sentirme mal por también empatizar al mismo tiempo con un secuestrador, una persona que ha cometido un crimen, una persona ¿sin corazón? Esta historia hace que te replantees muchas cosas y te hace sentirte realmente confuso sobre lo que está bien y mal. Gran parte del libro la pasas intentando entender el choque entre sentimientos tan opuestos de amor y odio. Porque a pesar de la crueldad de las acciones de Ty, veremos que es humano, y que por supuesto tiene corazón. 

Ésta es una lectura corta pero realmente intensa, seguramente una de las más duras y complicadas que he leído, es sin duda un mindfuck para adolescentes. Amé y odié a partes iguales lo que me hizo sentir y me sorprendió bastante. Yo leí este libro con esperanzas de encontrar algo de romanticismo... pero no lo encontré. A cambio me topé directamente con la cruda realidad, que en cierta forma hizo que esta historia fuese más poderosa que cualquier historia de amor. Algunas historias no tienen flores y corazones... a veces, como es el caso de esta, tratan sobre el sacrificio, las injusticias e imperfecciones, las buenas intenciones que acaban destruidas por las malas decisiones.

Una experiencia única y especial.